Entre las sinuosas colinas de la Marmilla, al pie de la meseta de la Giara de Gesturi, el pequeño pueblo de Sini ofrece un espléndido paisaje de verdes colinas cubiertas de almendros, viñas, olivos centenarios y campos de cereales. Su nombre procede de Sinu, que más tarde se convirtió en Sini, el nombre de la concha donde se encuentra el pueblo. En la Edad Media, formó parte del Judicat d'Arborea, y después, bajo dominio aragonés, pasó a manos del barón de Tuili y luego del marqués de Laconi. En 1859, bajo dominio saboyano, el pueblo pasó a formar parte del partido judicial de Lunamatrona, en la jurisdicción de Isili.
Entre las sinuosas colinas de la Marmilla, al pie de la meseta de la Giara de Gesturi, el pequeño pueblo de Sini ofrece un espléndido paisaje de verdes colinas cubiertas de almendros, viñas, olivos centenarios y campos de cereales. Su nombre procede de Sinu, que más tarde se convirtió en Sini, el nombre de la concha donde se encuentra el pueblo. En la Edad Media, formó parte del Judicat d'Arborea, y después, bajo dominio aragonés, pasó a manos del barón de Tuili y luego del marqués de Laconi. En 1859, bajo dominio saboyano, el pueblo pasó a formar parte del partido judicial de Lunamatrona, en la jurisdicción de Isili.
El paisaje es magnífico y el aire puro. Destaca el parque municipal de Cracchera. Durante la temporada de lluvias, la cascada Su Strumpu, que recoge el agua de lluvia del río Giara, anima el paisaje. La zona está salpicada de nuraghes y tumbas, y se han encontrado cerámicas y monedas que se remontan a los antiguos orígenes de Sini en la época romana. En abril, Sini se llena de vida con motivo de la fiesta de San Jorge, con festividades religiosas y civiles en honor al santo, y la fiesta de Su Pani e Saba, dedicada al delicioso pastel local. El patrón del pueblo se celebra el 12 de agosto.