Siddi es un encantador pueblo agrícola en el corazón de la Marmilla. De origen romano, da nombre a la meseta – la Giara, también conocida como Su Pranu – cubierta de vegetación mediterránea y rica en vestigios arqueológicos. El centro histórico de Siddi se articula en torno a callejuelas bordeadas por casas típicas con patio, propias del Campidano, construidas en ladrillos de adobe (ladiri) y con monumentales portales de entrada. Las calles adoquinadas y los coloridos murales pintados a mano evocan una atmósfera casi onírica, impregnada de nostalgia y memoria.
Los alrededores de Siddi conservan huellas de presencia humana desde tiempos prehistóricos, con 17 nuragas sobre la meseta y la imponente tumba de gigantes de Sa Domu ’e S’Orku. Posteriormente llegaron fenicios y romanos. El núcleo del pueblo probablemente surgió a lo largo de una antigua ruta cerealista que unía la colonia romana de Usellus con Cagliari. En Siddi nació también el escritor Antonio Puddu, a quien está dedicada una lápida en la plaza de la iglesia.
Visitar Siddi es un viaje que combina naturaleza y arqueología. El simple acceso al pueblo ya es un espectáculo en sí mismo: la Giara o Pranu ’e Siddi domina el paisaje que rodea el pueblo, una zona rica en matorral mediterráneo, paredes de roca y perfumes intensos: el aroma del elicriso, la fragancia del jara y el inconfundible olor resinoso del lentisco. En toda la meseta se encuentran diseminados numerosos yacimientos nurágicos y prenurágicos. Además de los restos de 17 nuragas, destaca la tumba de gigantes de Sa Domu ’e S’Orku, la más grande de toda Cerdeña, construida en bloques de basalto y aún parcialmente techada. En el extremo norte de la Giara se halla el importante yacimiento arqueológico de Sa Fogaia, con un notable nuraga de corredor.
En el centro del pueblo merece una visita la casa Steri, una vivienda tradicional del Campidano que hoy acoge exposiciones dedicadas a la historia agrícola y gastronómica de finales del siglo XIX y principios del XX. Otro edificio significativo es el antiguo hospital Managu, hoy convertido en museo ornitológico con más de 200 ejemplares de aves y mamíferos. En la entrada del pueblo se alza la iglesia románica de San Miguel Arcángel, del siglo XII: un pequeño templo de dos naves considerado el más pequeño de Cerdeña con esta planta. En su interior se conservan dos estatuas de madera del arcángel, figura especialmente venerada en la región de la Marmilla.