Desde hace algunos años, la localidad vive un desarrollo turístico verdaderamente notable. Su topónimo se compone del nombre de la santa patrona del pueblo, al que se añade el del nuraga a tancato, situado en pleno centro habitado, junto a la iglesia parroquial. Esta última, construida a mediados del siglo XIX, fue sustituida en la actualidad por una iglesia moderna ubicada no muy lejos de allí. Las investigaciones realizadas hasta hoy indican que el territorio de Sant’Anna Arresi estuvo habitado ya en la época nurágica, es decir, en la Edad del Bronce, como lo demuestran también los nuragas y las Tumbas de los Gigantes que se encuentran en la zona. Sin embargo, toda esta región cobró importancia durante la dominación púnico-fenicia, y posteriormente en la época romana, gracias a las facilidades de atraque que ofrecían sus costas. El actual núcleo habitado, nacido en 1700, se desarrolló precisamente alrededor del nuraga que todavía hoy domina la plaza principal del pueblo. Un primer núcleo de casas rurales se formó después, y creció poco a poco hasta alcanzar las dimensiones actuales.