Una escalera de acceso y un podio adornado con elegantes columnas delimitan las zonas votivas, en el contexto de una alineación perfecta. Son los restos sustanciales del templo de Antas que han llegado hasta nosotros, rodeados de una naturaleza que en primavera adquiere el aspecto de un Avalón silencioso.

El santuario, construido con piedra caliza local, está situado en un pintoresco valle de la zona de Fluminimaggiore, dominado por el monte Conca s'Omu. La zona sagrada circundante, construida en una época posterior, se cubre de primavera con un prado cubierto de margaritas blancas.

Tras haber pasado por las fases cartaginesa (hacia el 500 a.C.) y púnico-helenística (300 a.C.), durante las cuales tuvo una gran importancia como demuestran los elementos arquitectónicos y los numerosos exvotos, el templo conoció su mayor esplendor durante la época romana: una primera fase augustea y una segunda (siglo III d.C.), de la que data la inscripción del emperador Caracalla, situada en el frontón.