Gairo Sant'Elena, situado en la ladera de un abrupto desfiladero, lleva el nombre del lugar en el que se encuentra: de hecho, deriva de las palabras griegas ga y roa, que significan tierra que fluye. El pueblo actual surgió tras la evacuación del antiguo pueblo de Gairo Vecchio, situado a pocos kilómetros, que había sido abandonado tras los corrimientos de tierra provocados por las grandes inundaciones que se produjeron entre 1951 y 1953.
La zona cuenta con magníficos paisajes, como la torre calcárea de Perda Liana, auténtico monumento natural habitado por muflones y sobrevolado por el quebrantahuesos.
Gairo Sant'Elena, situado en la ladera de un abrupto desfiladero, lleva el nombre del lugar en el que se encuentra: de hecho, deriva de las palabras griegas ga y roa, que significan tierra que fluye. El pueblo actual surgió tras la evacuación del antiguo pueblo de Gairo Vecchio, situado a pocos kilómetros, que había sido abandonado tras los corrimientos de tierra provocados por las grandes inundaciones que se produjeron entre 1951 y 1953.
La zona cuenta con magníficos paisajes, como la torre calcárea de Perda Liana, auténtico monumento natural habitado por muflones y sobrevolado por el quebrantahuesos.
Existen numerosos yacimientos arqueológicos, entre los que destacan los yacimientos nurágicos de Serbissi y Perdu Isu, y el pico rocoso de Taquisara, donde hay una 'tumba de Gigantes'. Las fiestas más importantes se celebran el domingo de Pentecostés, con tres días dedicados al Espíritu Santo, y el primer domingo de agosto con las fiestas en honor de la Madonna della Neve. Las tradiciones gastronómicas se caracterizan por la elaboración de pasteles tradicionales, pirichittus y amaretti, y por los famosos vinos locales.