Cerca del pueblo de Martis se extiende un área de gran interés natural, caracterizada por la fusión perfecta del rojo de las rocas traquitas y el verde intenso de la vegetación que recubre esta zona: se trata el estrecho desfiladero de Badde Traes, erosinado con el paso de los siglos por el Río Masino. Los elementos más destacados de este valle son las verticales paredes y los llamativos nichos creados por los agentes atmosféricos. A poca distancia, en la localidad de Triulintas, en la confluencia del Río Pontisella en el Río Masino, se forma una cascada con un salto de quince metros, con aguas que forman un pequeño lago natural. Todo ello enmarcado por un conjunto de hierbas acuáticas, sauces y olmos que dan un aspecto pintoresco a este escenario. En cierto momento, estas aguas servían para activar un antiguo molino y durante los desbordes quedaba abandonado. Sus ruinas aún se pueden ver cerca de la cascada.