El pan carasau es uno de los productos típicos de Oliena y, en su forma característica de láminas crujientes, es ideal para acompañar quesos y embutidos, elaborados en el pueblo y en toda la Barbagia, así como un buen vino Nepente, alabado ya por Gabriele D’Annunzio. Una sabrosa variante de este pan es el guttiau (goteado), que se obtiene añadiéndole aceite de oliva virgen extra y sal y cociéndolo después en un horno de leña. El resultado son unas láminas crujientes con el sabor que aportan las maderas empleadas para hacer el fuego.

El pan carasau es uno de los productos típicos de Oliena y, en su forma característica de láminas crujientes, es ideal para acompañar quesos y embutidos, elaborados en el pueblo y en toda la Barbagia, así como un buen vino Nepente, alabado ya por Gabriele D’Annunzio. Una sabrosa variante de este pan es el guttiau (goteado), que se obtiene añadiéndole aceite de oliva virgen extra y sal y cociéndolo después en un horno de leña. El resultado son unas láminas crujientes con el sabor que aportan las maderas empleadas para hacer el fuego.

En Dorgali el pan típico es el carasau y también el su moddizzosu, un pan redondo de color dorado y con poca miga que, en lugar de levadura, lleva lactobacilos vivos que inflan la masa. En Dorgali, este pan se diferencia del elaborado en el resto de Cerdeña porque se le añade patatas a la masa con lo cual es mucho más blando y sabroso.