Los Fenicios convirtieron este lugar en su centro comercial y levantaron la increíble ciudad de Tharros; los monumentos prehistóricos son los testimonios más importantes de su cultura, misteriosos pozos sacros, imponentes monumentos prehistóricos y los increíbles Gigantes de Monte’ y Prama.
Pero el Golfo también es un mar limpio y seguro, protegido de las corrientes y los fuertes vientos, un entorno de absoluta relajación y en un ambiente hospitalario, natural y familiar, lejos del ritmo de las típicas localidades de mar, un lugar donde se nada, se pesca y se practican deportes. Un lugar ideal para unas vacaciones en bicicleta: con poco tráfico y un terreno plano, además de innumerables rutas por playas, estanques, salinas y lagunas.
Cerca de la zona húmeda de importancia internacional y protegida por la convención RAMSAR están las playas tranquilas y poco frecuentadas de Santa Giusta; desde el pequeño pueblo y siguiendo el estanque se llega a las amplias y solitarias playas de poca profundidad rodeadas de pequeñas dunas donde crece el lirio blanco salvaje.
La playa de Torregrande es de las más frecuentadas, pero nunca se llena porque es muy larga: por la noche, los bares y chiringuitos de la costa son un lugar perfecto para conciertos, fiestas y encuentros, o simplemente para disfrutar de la brisa marina con los amigos.
Mucho silencio y paz en las playas de Arborea, de las más bonitas del Golfo: agua trasparente y arena blanca y un pinar que regala su olor y su frescura en las horas de más calor del verano. Una zona ideal para quien quiera montar a caballo, la gran pasión de la gente del lugar, y donde los amantes del turismo ecuestre encuentran las mejores instalaciones y servicios; se recorre a caballo el tramo desde las playas a las lagunas donde nidifican pájaros, algunos muy extraños, y es fácil ver el vuelo flamenco rosa.
El caballo es el padrón en las fiestas tradicionales: el mes de julio en Sedilo, los atrevidos jinetes se lanzan en el descenso hacia el Santuario de San Costantino; en el Carnaval de Oristano, durante la Sartiglia se celebran emocionantes torneos ecuestres en los que hombres, mujeres y niños realizan figuras acrobáticas y luchan por apuntar a la estrella corriendo. La fiesta conserva los ritos de la Edad Media, una cita que atrae a miles de turistas y habitantes que aclaman a los caballeros vestidos con elegantes trajes tradicionales sardos y a la española, montando caballos adornados con lazos y cintas de colores que se enfrentan en un combate en parejas .