Iluminado por una aparación nocturna, el jóven emperador Constantino dio órdenes para que sobre el escudo de sus soldados fuese puesta una cruz con la escrita In hoc signo vinces (con esta insignia vencrerás). A pesar de ser inferior en número, su ejército ganó la batalla del Puente Milvio el 28 de octubre de 312 contra los "paganos" de Majencio, autoproclamándose, con el apoyo del Senado, "augusto" de Italia y África. Al año siguiente Costantino promulgó en Milán el edicto que habría garantizado el final de las persecuciones sufridas por los cristianos. En Sedilo, pequeño pueblo en el centro de la isla, al emperador romano se lo llama el santu Antine y es en absoluto el santo más venerado, un culto de origen bizantina que revive cada año, el 6 y 7 de julio, en un acontecimiento evocador y misterioso: s'Ardia.