Pasar al contenido principal

Buscar en la web

101 - 110 di 274 risultati
Sur

Iglesia de San Pantaleo

San Pantaleo di Dolianova es una de las iglesias medievales más importantes de Cerdeña. Además de la importancia de la arquitectura, el motivo de atracción es la rica y exhuberante decoración de esculturas, tanto en el exterior como en el interior, donde se alojan importantes obras de arte pictórico. La iglesia surge en un lugar en el que la presencia cristiana, surgida en los siglos V-VI, es testimoniada por el descubrimiento de una pila bautismal y de un pilastre que datan de la segunda mitad del siglo X. La diócesis ya existía en 1089, cuando el obispo Vigilius figuró como testigo en el acto de donación del juzgado de Cagliari Costantino II a los monjes benedictinos de San Victor de Marsella. La ex catedral de la antigua Dolia fue edificada en tres fases entre el siglo XII y el XIII y fue finalizada entre 1261 y 1289 con obras de maestranzas procedentes de la obra de la iglesia de Santa Maria di Bonarcado. De 1170 son la planta de tres naves, los pilares cruciformes y los tramos de muralla (fase en la que desempeñó un papel importante el "magister Bonanus" citado en una de las inscripciones de la iglesia), mientras que el alzado pertenence al siglo XIII. La iglesia (30m x 13m y una altura aproximada de 15 m) es de piedra tufácea local. Presenta una planta longitudinal de tres naves con un único ábside al S/E y una cubierta leñosa derivada de una variación del proyecto original que, dada la presencia de robustos pilares, preveía bóvedas de piedra. A la izquierda de la fachada, se erige el campanario. Semipilastros de pared de ángulo y pilastras aportan una división en espejos, mientras que las teorías de los arcos semicirculares se contraponen a otros interrumpidos por un lóbulo. La misma variedad se aprecia en los capiteles colgantes de los arcos, con elementos fitoformes, antropoformes, zoomorfos o de fantasía, figuras montruosas y geométricas. La redundante decoración se completa con el arquitrabe del portal de entrada, un mármol romano reutilizado, con serpientes entre las cañas en relieve. En el interior, se distinguen los capiteles decorados con escenas del Nuevo Testamento y uno gótico con hojas a croché. En el aula, se conservan los frescos medievales del ábside, aquél con el "Árbol de la Vida" en el lateral derecho y el "Retablo de San Pataleo", fabricado entre finales del 400 y principios del 500.

Sur

Santadi

En el centro de una fértil llanura, el importante burgo agrícola de Santadi está separado por el Río Mannu en dos barrios: Santadi Basciu y Santadi 'e Susu. El más alto se ubica en semicírculo alrededor de la parroquia de S. Nicolò, del siglo XV, y reconstruida en el siglo XIX. El nombre se fija en el Medioevo con el nombre de Sant'Agata o Santa Ada de Sulcis, de los que deriva la forma actual. De la época prehistórica son los rastros del asentamiento humano. De especial interés es el asentamiento de Pani Loriga, a pocos kilómetros del pueblo, donde surge un lugar fenicio-púnico del siglo VII a.C., con ricas necrópolis y el tophet, precedido por un monumento nurágico y una necrópolis neolítica de "domus de janas".

En el centro del pueblo, Sa Domu Antiga se puede visitar la reconstrucción de una típica casa de Sulcis, y algunos de los restos arqueológicos de la zona están expuestos en el Museo Cívico. Muchos testimonios de un santuario nurágico de la edad de Hierro provienen de la gruta Pirosu, en la localidad Su Benatzu. No lejos de ella hay otra gruta, Is Zuddas, con espectaculares formaciones calcáreas. Las dos se pueden visitar con guías locales. En la localidad montañosa de Pantaleo se puede apreciar las construcciones del pequeño burgo de gran actividad minera nacido a principios del siglo XX, así como los grandes bosques de los alrededores. No lejos de Santadi, en el municipio de Villaperuccio, está la importante necrópolis prehistórica en "domus de janas" de Montessu. La manifestación más conocida y valorada de Santadi sin duda es el "Matrimonio Mauritano", que cada agosto une a los jóvenes del pueblo en una bonita ceremonia con antiguas tradiciones locales. Son conocidos los vinos de la Cantina Social, ganadores de prestigiosos premios nacionales e internacionales. Entre ellos, destaca el Carignano del Sulcis.

Sur

Santuario de Santa Vittoria

Protegido por un barranco al sur y una muralla rocosa al norte, el santuario de Santa Victoria se extiende sobre tres hectáreas, entre diferentes vestigios del pasado, en Giara di Serri. Es un lugar sugestivo donde observarás la evolución de la civilización nurágica en la edad del Bronce y hasta comienzos de la edad de Hierro, del nuraga en corredor (1500 a.C.), pasando por el ‘clásico’ (siglo XIV-XII a.C.), hasta que el área se convirtió (siglo XI-IX a.C.) en el símbolo de la religiosidad y cruce cultural y comercial de todas las poblaciones sardas y extranjeras: objetos etruscos, fenicios y cipriotas, encontrados en las excavaciones, demostrando el intercambio con pueblos lejanos.

Se pueden identificar cuatro grupos de edificios. La primera es el área sacra, formada por el templo de pozo dedicado al culto de las aguas: es el edificio principal realizado con bloques de basalto cuidadosamente elaborados. Un atrio con suelo, con banco-asiento y altar y una escalera con peldaños que conducen al pozo. Cerca se encuentra el templo hípetro con dos altares al cual se accedía a través de una ‘vía sacra’. Desde aquí un pasadizo te llevará hasta la ‘cabaña del sacerdote’, mientras al norte encontrarás la ‘del jefe’ con atrio, asientos y habitación. Otro núcleo arquitectónico es el ‘recinto de las fiestas’, área socio-comercial, para fiestas, negocios y estancia de ‘forasteros’, donde reconocerás pórticos, compartimientos con bancos y asientos, cocina colectiva, ‘recinto de los fundadores’ y el ‘mercado’, es decir nueve compartimientos con asientos y losas para la mercancía.

Un tercer edificio se compone de cabañas, entre ellas la ‘del doble betilo (piedra sacra)’ - manufacturado sacro encontrado dentro - y las casas del ‘hogar’ y ‘del guardián’. Para terminar, encontrará cuatro complejos, donde sobresalen el ‘recinto de los suplicios’ y la ‘curia’ con alrededor de 50 lugares para sentarse: aquí es posible que se reuniesen en asamblea federal los jefes de los diferentes pueblos nurágicos del centro de Cerdeña. De las excavaciones salieron a la luz manufacturados fruto de la maestría artesana nurágica: modelos de nuragas-altares, prótomo taurino, fragmentos de armas, brazaletes, anillos, hachas, objetos cerámicos y, sobre todo, bronces (ex voto) con formas humanas y animales y medios de transporte. El santuario ‘federal’ se utilizó en la edad púnico-romana. La sacralidad se extiende hasta la edad bizantina: surge la iglesia de Santa Maria della Vittoria, reedificada entre los siglos XI-XII: es el santuario cristiano que dio el nombre al Área arqueológica.

Sur

Goni

Goni está rodeado por el anillo natural de los campos del Gerrei, cubiertos de encinas y robles, donde se estiende el valle en el que fluye el Río Flumendosa, entre dos vertientes montañosas. Un contexto paisajístico fascinante, que se une con importantes yacimientos arqueológicos.

Rodeada por un bosque de alcornocales único está la necrópolis megalítica de Pranu Mutteddu, con tumbas hipogéicas, domus de janas, círculos megalíticos y "menhir", misteriosas piedras de formas antropomorfas colocadas en grupos o alineadas aquí y allá. Uno de estos alineamientos tiene 20 "perdas fittas" orientadas de oriente a occidente, según el movimiento del sol.

El pueblo de Goni es un destino ideal para descubrir las bellezas naturales y arqueológicas del Gerrei. La vegetación mediterránea cubre el territorio hasta la necrópolis megalítica de Pranu Mutteddu. A 500 m de la periferia del pueblo, en la localidad Peinconi, hay un lugar de fósiles que aún conserva graptolites, un raro fósil del Paleozoico, contenido entre los estratos sedimentarios de los esquistos negros que afloran. Goni representa, entre otros, un importante centro de elaboración de artesanía del corcho y cestos. El 25 de julio Goni celebra la fiesta patronal de San Giacomo mayor: una procesión solemne recorre las calles del pueblo con la figura del santo en un carro arrastrado por bueyes. A los ritos religiosos se unen los civiles, con bailes en la plaza, música moderna, competiciones deportivas y espectáculos pirotécnicos.

Sur

Sanluri

A medio camino entre Cagliari y Oristano, se encuentra Sanluri, capital de la nueva provincia de Medio Campidano, al igual que Villacidro. Debido a su ubicación, Sanluri siempre ha desempeñado un papel estratégico, no sólo en términos de comunicaciones, sino también política y militarmente. Además, el campo que rodea el pueblo es muy fértil. Por todas estas razones, Sanluri se fortificó a partir de 1300 para defender el Judicat d'Arborea. La zona circundante ha estado habitada desde la época nurágica, pero un verdadero asentamiento urbano y un templo se construyeron probablemente durante la época romana. Posteriormente, el núcleo habitado se desarrolló dentro del recinto medieval, mientras que fuera de él se construyó una red de caminos, aunque de un tipo particular, que se abría en abanico desde la muralla del recinto hacia el exterior. El origen del nombre de Sanluri es controvertido, aunque la hipótesis más probable es que proceda de la palabra sarda Seddori, que hace referencia al extendido cultivo del trigo en los alrededores. Como lori significa «trigo», el nombre Sellori, que se encuentra en documentos de archivo, bien podría ser una abreviación de su logu de su lori, que significa «la tierra del trigo».

El monumento más importante es sin duda el castillo que lleva el nombre de «Eleonora d'Arborea»: construido probablemente entre los siglos XIII y principios del XIV, fue ampliado posteriormente (mediados del siglo XIV). Es el único edificio medieval que sigue habitado en la actualidad, ya que, tras varias restauraciones, se ha instalado aquí el Museo del Renacimiento Duca d'Aosta. También merece la pena visitar el Museo Etnográfico Cappuccini, la iglesia parroquial de Nostra Signora delle Grazie (siglo XIV) y otras iglesias, como las de S. Pietro, S. Lorenzo y S. Martino. Martino. Sanluri también es famosa por su civraxu, un excelente pan de trigo duro.

Sur

Castillo de Marmilla y Museo MudA

Baluarte del 'cinturón' defensivo de frontera del juzgado de Arborea, junto con el castillo de Monreale de Sardara y el Arcuentu de Guspini, desempeñó un papel clave en la guerra contra la Corona de Aragón y se dice que primero el juez Mariano IV y luego (tal vez) su hija, la mítica jueza Eleonora, coautores del código de leyes sardo Carta de Logu. El Castillo de Marmilla es una fortaleza militar de la época judicial, cuyas ruinas se alzan en el territorio de Las Plassas en lo alto de un cerro de 270 metros de altura, perfectamente cónico y con forma de mamillar, del que procede el nombre de la Marmilla, que siempre ha sido una fértil "tierra de trigo". El castillo se menciona por primera vez en un documento de 1172, cuando fue cedido por los Arborensi a la República de Génova. El origen es anterior, de la primera mitad del siglo XII. Fue protagonista de la largamente disputada Edad Media de la isla: luego de sa Batalla de Sanluri (1409), pasó a formar parte de los dominios aragoneses, manteniendo una función defensiva durante un siglo. Algunos de sus ambientes, aún activos en la época feudal, fueron prisiones hasta el siglo XIX.

La fortaleza, construida sobre una base rocosa "regularizada" con bloques de arenisca bien escuadrados, tiene planta hexagonal irregular y utiliza todo el espacio de la cima de la colina (550 metros cuadrados). Fue reformado varias veces: la intervención más significativa data del juez Mariano II (finales del siglo XIII). En 2001, se sometió a obras de consolidación: ahora se pueden admirar la torre principal y los muros, perimetrales e interiores, casi intactos, y un gran aljibe excavado en la roca que, junto con otro situado fuera de los muros, garantizaba el suministro de agua. También te llamará la atención la articulación de los ambientes: cuarteles de guarnición, almacenes, graneros, patio de armas y cuerpo de guardia. Las excavaciones han sacado a la luz partes de mobiliario arquitectónico, cerámica fina (siglos XIII a XVI), restos de una piedra de molino, fragmentos de armas, vidrio y restos de comida.

Las piezas se exponen en el museo del castillo MudA, ubicado en una mansión campidana del siglo XIX en Las Plassas. A través de una visita multimedia de hora y media, que termina con una ficción sobre la visita de Mariano IV al castillo, el museo relata la vida cotidiana de las guarniciones en el castillo y, en general, la vida medieval en Cerdeña. La ropa, la cocina, las herramientas y los productos agropecuarios también se exponen en paneles explicativos. Una parte del museo está dedicada a las frecuentaciones más antiguas de la zona: de gran interés es un epígrafe en latín del siglo I d.C., en el que la población local de los Uneritani dedicaron un templo a Júpiter Optimus Maximus.

Sur

Ciudad de la Sal

La actividad de extracción, continuada a lo largo de los siglos con las corveas de los habitantes de los pueblos limítrofes y el trabajo de los esclavos, fue interrumpida en 1985 debido a la contaminación del área llamada Bellarosa Minore.

La distribución actual surge, principalmente, entorno a 1930, por iniciativa del Monopolio de Estado, con un diseño de intervención debido, en su mayoría, al director de las Salinas, el ingeniero Vicenzo Marchi, quien diseñó tanto los lugares de trabajo, como las residencias para los dependientes.

La primera construcción es la pequeña iglesia del Sacro Nome di Maria (1934), de formas neomedievales, seguida por el palacete, dedicado un tiempo a la dirección, con rasgos neogóticos; sobre todo, en las aperturas. Después, cerca de la estación eléctrica, con ladrillos rojos al igual que el resto de construcciones, se abr una avenida de árboles, con una fila doble de Ficus retusa, que lleva a la zona residencial, en una plaza interior donde surgen los palacetes con motivos decorativos propios del Modernismo.

A la izquierda, se ve la oficina de las locomotoras, ya usadas para el transporte de la sal y, pasado el puente, la antigua sede para el tiempo libre de los salineros (1932), transformada en el Teatro de las Salinas en 1991. La sala del teatro, formada por una platea y un balcón protegido por una barandilla de hierro fundido, está decorada con motivos clásicos, que se repiten en las paredes y en el techo de casetones, que enmarcan un amplio oval central. Los locales dedicados al tiempo libre se han convertido en los ambientes de servicio del teatro y también alojan una Biblioteca del Espectáculo, a disposición del público.

Continuando a lo largo del canal de la calle Palma, a mano derecha, se pueden ver las instalaciones subsidiarias dedicadas a la elaboración de la sal y el palacete de las sales elegidas, sede del Consorcio del parque natural regional Molentargius-Saline, destinado a gestionar la vasta zona húmeda, así como los edificios abandonados de la elaboración del bromo y de las sales potásicas, ahora ejemplos de arqueología industrial.

Sur

Área Arqueológica de Nora

La antigua ciudad de Nora esta situada en un promontorio, el cabo de Pula, separado de la tierra firme por un istmo que se extiende en dos puntas: Sa Punta 'e Su Coloru y la Punta del Coltellazzo, frente a la isleta del mismo nombre.

La antigüedad de la fundación de Nora es mantenida por la conocidia Estela de Nora, que data del siglo IX-VIII a.C, donde es mencionado por primera vez el nombre de Cerdeña: "Shrdn". Sin embargo, la fase de población más antigua hasta ahora constatada data del siglo VII a.C y es documentada por algunos niveles resaltados en las excavaciones todavía en curso, por debajo del foro romano de la época cesariana.

Los barrios poblados del asentamiento fenicio se articulan en dos grupos principales: el primero, adyacente a la playa. El segundo grupo es de la altura de Tanit. Entre el teatro y la altura de Tanit, surge un templo anónimo cuyas estructuras, a primera vista, parecen de la época romana, pero que, tras un atento análisis, muestran características relativas a la orientación y a la planta que redirigen a la época púnica.

La conformación del promontorio sobre el que surge Nora ha favorecido, desde su nacimiento, la utilización de diferentes arribos temporales que se utilizaban en función de los vientos, incluso si el puerto estaba situado en la ensenada. A este respecto, gracias a las prospecciones subacuáticas, se han identificado embarcaderos y muelles.

Con la conquista romana de Cerdeña, en el año 238 a.C., se inició el proceso de romanización de la isla. Al informarnos explícitamente sobre el estatuto adquirido por la ciudad de Nora, encontramos la inscripción de una base de estatua dedicada a Quintus Minucius Pius, que atribuye a este personaje el título de "quattorvir iure dicundo". Esto demuestra que Nora había conseguido el rango de "municipium", seguramente en la primera mitad del siglo I d.C (ésta es la fecha de la base), pero probablemente ya en la época augustea.

Las estructuras visibles hoy en día pertenencen, en su mayroría, a esta fase. De hecho, fue a paritr del siglo I d.C cuando Nora conoció un notable desarrollo urbanístico y un crecimiento de la presencia humana en su territorio, tal y como testimonian las ciudades, las necrópolis y los pueblos que la investigación arqueológica pone de relieve.

Sur

Tuili

Tuili es un pequeño pueblo de Cerdeña, ubicado a los pies del altiplano de la tinaja en Marmilla. El territorio de Tuili fue habitado desde la edad prenurágica. La presencia humana se muestra con los numerosos restos en el margen del altiplano y en los campos circundantes, actualmente conservados en el Museo de Cagliari. En la localidad de Santa Elisa hay una oficina de elaboración de la obsidiana. En el altiplano de Giara, en la zona Nuridda, hay restos de asentamientos que datan de la época púnico fenicia, y en la zona de Santa Elisabetta se observan restos de un asentamiento de la época romana. A diferencia de los centros cercanos, en Tuili se puede ver una clara diferencia entre la casa del propietario adinerado, la casa de corte y la humilde casa campesina. La casa patronal, que solía ser de la antigua nobleza española, muestra aspectos típicos de las estructuras de la zona, con elementos específicos destinados a mostrar la condición social del habitante.

Se recomienda visitar la iglesia blanca de San Antonio, de arquitectura de estilo español colonial, con un amplio muro que la rodea, la parroquia de San Pedro, los elegantes edificios neoclásicos, como la Villa Pitzalis, diseñada por Gaetano Cima, y la Villa Asquer. En el interior de la parroquia de San Pedro Apóstol se puede admirar el famoso retablo del Maestro de Castelsardo. El pueblo es el punto de partida de excursiones guiadas al parque de tinaja de Gesturi. En Tuili también se puede visitar el interesante parque temático de Cerdeña en miniatura.

Sur

Serri

Según la tradición, el nacimiento del pueblo se produjo tras la epidemia de peste de la ciudad romana de Biora, que los habitantes abandonaron. Sus ruinas aún pueden verse en el fondo del valle, no lejos de la iglesia rural de San Sebastiano. Serri creció en torno a la iglesia parroquial de San Basilio Magno, construida hacia 1100 en estilo románico pisano.

Esta iglesia, con su fachada de tejado plano, presenta un pórtico central abierto por un arco de medio punto rematado originalmente por un rosetón. Dos columnas de piedra retorcida decoran los laterales, mientras que en la parte superior se puede ver el escudo del obispo (1771) que representa a San Basilio el Grande. El altar mayor, también dedicado a San Basilio, está recubierto de una hermosa marquetería de mármol, al igual que la balaustrada que rodea el presbiterio. Este mobiliario fue encargado por el canciller Giovanni Battista Cossu en 1761 y 1780 respectivamente. No lejos de aquí, se pueden admirar los restos del nuraghe de S'Uraxi. El casco antiguo alberga también la iglesia de S. Antonio, de una sola nave, rematada por una bóveda de carpintería entrecruzada con arcos de medio punto que data de 1770. Pero el monumento más interesante de Serri es sin duda el gran santuario nurágico de Santa Vittoria, lugar de culto de importancia regional al que acudían gentes de toda Cerdeña durante la Edad de Bronce. Situado en el extremo suroccidental de la giara de Serri, comprende cuatro grupos principales de edificios repartidos en más de 3 hectáreas: dos templos pozo con la «cabaña del sacerdote», el gran «recinto del festival», el recinto del «doble betylus» y, por último, el grupo situado al este-sureste, mientras que la «cabaña del jefe» y otras zonas están separadas.

La importancia de este santuario intercantonal se debe no sólo a la complejidad y riqueza de su arquitectura, sino también al gran número de estatuillas de bronce bellamente labradas, que se utilizaban como exvotos reproduciendo figuras de todas las clases sociales, barcos y otros objetos que hoy nos permiten comprender mejor la vida cotidiana en la época nurágica. Todos estos objetos, junto con otros hallazgos arqueológicos procedentes del mismo yacimiento, se exponen en el Museo Arqueológico Nacional de Cagliari. La fiesta de Santa Lucía se celebra el tercer domingo de mayo y de septiembre, al mismo tiempo que la feria de ganado, que desde hace mucho tiempo es una de las más importantes de la isla. Otra fiesta, dedicada a Santa Victoria, se celebra el 11 de septiembre, con bailes y cantos en el santuario rural cercano al yacimiento arqueológico.