Las investigaciones de archivo muestran que en la primera mitad del siglo XVII hubo una obra de construcción activa. De hecho, hay registro de varias donaciones de particulares destinadas a "sa fabbrica". El aula es de una sola nave y bóveda de cañón, con nichos laterales donde se puede ver estatuas de madera, entre ellas la de San Julián, de evidente acabado popular y abundamente repintada. El arco absidal es apuntado. El presbiterio ligeramente sobreelevado está rodeado por un balaustre de mármol y alberga un altar de mármol blanco con inserciones de color rosa. En el nicho central se encuentra la estatua de la Virgen de Itria, según la iconografía tradicional que la representa con el Niño en brazos y dos peregrinos arrodillados a los lados. La obra, de acabados exquisitos, aún conserva la decoración original en estofado y se remonta a fines del siglo XVII.