Mogoro se encuentra a 153 m de altitud, en la región de la Alta Marmilla. El municipio se caracteriza por su rico y fértil terreno, surcado por ríos como el Río Mogoro, el Río Flumineddu y el Río Sassu.
En los alrededores, un poblado prenurágico y numerosos asentamientos de época nurágica demuestran que la zona ha estado habitada desde la prehistoria. Además, el descubrimiento de hallazgos arqueológicos que se remontan a la dominación fenicia y luego romana indica que los asentamientos humanos fueron asiduos y constantes.
En Mogoro aún se conservan algunas casas antiguas construidas con basalto negro extraído de la alta meseta en la que se asienta el pueblo. Estas casas también tienen otros rasgos distintivos, como el marco encalado que rodea sus pequeñas ventanas y la gran puerta de madera que da acceso a su patio interior.
Mogoro se encuentra a 153 m de altitud, en la región de la Alta Marmilla. El municipio se caracteriza por su rico y fértil terreno, surcado por ríos como el Río Mogoro, el Río Flumineddu y el Río Sassu.
En los alrededores, un poblado prenurágico y numerosos asentamientos de época nurágica demuestran que la zona ha estado habitada desde la prehistoria. Además, el descubrimiento de hallazgos arqueológicos que se remontan a la dominación fenicia y luego romana indica que los asentamientos humanos fueron asiduos y constantes.
En Mogoro aún se conservan algunas casas antiguas construidas con basalto negro extraído de la alta meseta en la que se asienta el pueblo. Estas casas también tienen otros rasgos distintivos, como el marco encalado que rodea sus pequeñas ventanas y la gran puerta de madera que da acceso a su patio interior.
Mogoro es conocido en toda Cerdeña por sus alfombras. De hecho, además de perpetuar las antiguas tradiciones del tejido en telar, esta producción es hoy uno de los pilares de la economía de este pequeño pueblo de la región de Oristano. Hay muchos talleres de tejido repartidos por todo el pueblo.
Todos los años, en julio y agosto, se celebra aquí una feria de alfombras sardas que atrae a numerosos visitantes de la isla y de otras regiones italianas para admirar las particularidades de estas alfombras. Mogoro también es famoso por su producción vinícola y su «Cantina sociale». También hay dos edificios religiosos que merece la pena visitar: la iglesia parroquial barroca de S. Bernardino y, sobre todo, la iglesia del Carmine, del siglo XIV, construida en estilo románico tardío con elementos góticos.