En el municipio de Baunei, a mitad de camino entre otros maravillosos paraísos de la costa de Ogliastra, como cala Goloritzé y cala Luna, y cerca de la gruta del Fico y de cala Sisine, está la famosa cala Biriola. La encantadora playa de pequeños cantos rodados blancos, protegida por acantilados calcáreos que describen un arco de más de dos kilómetros, se abre al final del encantador bosque homónimo, formado por encinas centenarias, enebros arraigados en las rocas y máquina mediterránea. Está enmarcada por un arco rocoso a ras de agua contra el cual rompen las olas y que completa este inolvidable cuadro. Gracias a sus aguas muy límpidas y ricas de peces, es ideal para practicar submarinismo o esnórquel.