Pasar al contenido principal

Buscar en la web

1 - 10 di 297 risultati

Cabras

El lugar ideal para unas vacaciones de naturaleza y cultura. En los aproximadamente 30 kilómetros de costa que domina Cabras se encuentra el área marina protegida de la península del Sinis, que se extiende entre la bahía de Is Arenas y el golfo de Oristano, incluida la isla de Mal de Ventre y el islote de Catalano que esconden antiguos restos en sus profundidades. Enfrente, en la costa de Cabras, playas de finos granos de cuarzo se sumergen en el mar turquesa, obra de la larga acción del viento y el agua sobre las rocas calizas de la zona: no te pierdas las tres maravillas de Is Arutas, Maimoni y Mari Ermi. Su belleza te encantará. Junto a otras playas de fina arena blanca, como San Giovanni di Sinis. De camino a Is Arutas, podrás añadir un toque diferente a tus vacaciones, pasando por San Salvatore di Sinis. Sus casas bajas, reunidas en torno a una fuente central, llamaron la atención de los directores de cine: aquí se rodó la película del oeste ‘Giarrettiera colt’ (1968), que forma parte del ciclo ‘spaghetti western’.

Ciudad de orígenes antiguos, Cabras conserva algunos testimonios del Neolítico, como el poblado de Cuccuru is Arrius y numerosos nuraghi. Data de la Edad del Hierro (siglo VIII a.C.) y es el mayor descubrimiento arqueológico de finales del siglo XX en la cuenca mediterránea, realizado en Mont'e Prama el complejo estatuario de los Gigantes, colosos de arenisca calcárea hallados en una gran zona funeraria de la colina, expuestos en parte en el Museo arqueológico municipal de la ciudad, que lleva el nombre de la ilustre personalidad local Giovanni Marongiu. Hoy son un símbolo de identidad de Cerdeña. Para continuar el recorrido arqueológico por la zona de Cabras, otro salto atrás en el tiempo en la antigua ciudad de Tharros fundada por los fenicios en el siglo VIII a.C. sobre una aldea nurágica precedente. Aquí se resume la historia de Cerdeña: un floreciente centro comercial en la época fenicio-púnica, urbs romana, luego bizantina, primera capital de la época judicial, frecuentada hasta la Edad Media.

Otro atractivo cabraresi: los estanques piscícolas proporcionan una pesca de primera calidad, como el mújol, cuyos huevos se utilizan para producir la botarga, el "caviar sardo", con el que los mejores restaurantes enriquecen sus platos.

Sa Chida Santa: autenticidad, pasión y misterio

Ceremonias seculares de ascendencia medieval, con la intervención de la tradición española, se funden con costumbres arcaicas de origen campidanés, logudorés y barbaricino que se remontan al paganismo nurágico. Durante la Semana Santa podrá recorrer un itinerario a través de ritos sagrados que escenifican la Pasión de Cristo: de la costa a los pueblos del interior podrá descubrir la Cerdeña auténtica. La Setmana Santa de El Alguer nos cuenta sus orígenes catalanes. Comienza el viernes anterior al Domingo de Palmas, con la procesión de la Dolorosa, y concluye en Pascua con el Encontre. Escenográfico el Disclavament (deposición): el cuerpo de Cristo es acompañado en procesión sobre el lecho de muerte. Al oscurecer, la ciudad se transforma con antorchas y farolas cubiertas de velos rojos.

La primavera en los pueblos

La explosión de colores primaverales de la Isla rima con una de sus "postales" más características: las coloridas casas de Bosa. Paseando por el Temo las admirarás reflejadas en las aguas del río y subiendo la colina dominada por el castillo de los Malaspina, mientras cruzando el Ponte Vecchio llegarás a la orilla sur para descubrir las antiguas curtidurías. Le acogerá una copa de malvasia y quedará extasiado por las joyas de coral, cestos de asfódelo y tejidos valiosos. Bosa es un concentrado de historia y artesanado, arqueología industrial y exquisiteces. Debe visitar las iglesias: la catedral de la Immacolata Concezione, Nostra Signora de sos Regnos Altos dentro del castillo y san Pietro extra muros, centro de Bosa vetus. También las bellezas naturales: parque de capo Marrargiu, reserva de los Badde Aggiosu y, en la costa Bosa Marina, s’Abba Druche y Compoltitu.

Fe y audacia: es el momento de Ardia

Iluminado por una aparación nocturna, el jóven emperador Constantino dio órdenes para que sobre el escudo de sus soldados fuese puesta una cruz con la escrita In hoc signo vinces (con esta insignia vencrerás). A pesar de ser inferior en número, su ejército ganó la batalla del Puente Milvio el 28 de octubre de 312 contra los "paganos" de Majencio, autoproclamándose, con el apoyo del Senado, "augusto" de Italia y África. Al año siguiente Costantino promulgó en Milán el edicto que habría garantizado el final de las persecuciones sufridas por los cristianos. En Sedilo, pequeño pueblo en el centro de la isla, al emperador romano se lo llama el santu Antine y es en absoluto el santo más venerado, un culto de origen bizantina que revive cada año, el 6 y 7 de julio, en un acontecimiento evocador y misterioso: s'Ardia.

El alma jazz&blues de Cerdeña

Calas de granito modeladas por el tiempo, salones excavados entre paredes de caliza blanca o pórfido rojo, plazas en pueblos pintorescos, yacimientos arqueológicos e incluso cuevas marinas. De junio a octubre, las vistas y paisajes naturales se convierten en escenarios y cobran vida en las partituras de famosos artistas internacionales. Personajes y sonidos armonizan con el entorno y entran en simbiosis con el estilo de vida isleño. Desde hace casi cuatro décadas, Cerdeña se ha convertido cada vez más en tierra de jazz, gracias sobre todo a un artista que ha aportado una nueva alma musical a su tierra natal. Paolo Fresu nació en la pequeña Berchidda, y con él nació y creció Time in jazz, que ya va por su 38ª edición. Entre las citas ineludibles, el sábado 9 de agosto en L'Agnata, el «refugio» sardo de Fabrizio de Andrè, un homenaje al inolvidable cantautor genovés, protagonizado por Paola Turci.

Cerdeña de cine y salas naturales bajo cielos estrellados

Se celebran cuatro festivales en las islas menores de Cerdeña, islas en la Isla. Tavolara, montaña caliza que mira al mar, a mediados de julio, se convierte en una inmensa sala de bóveda estrellada de una Noche en Italia. La sugerente cita, creada en 1991, ahora un ‘clásico’ en el panorama nacional, se centra en la dirección y la creatividad del cine italiano. El encuentro y el conocimiento entre público, artistas y personal tiene lugar a bordo de las barcas que llegan a la isla zarpando de Porto San Paolo, cerca de San Teodoro y un poco al sur de Olbia, es decir, los tres Ayuntamiento organizan la 28.ª edición. En más de un cuarto de siglo, lo mejor del cine italiano ha caminado por la única alfombra roja bañada directamente por el mar, en la preciosa área protegida de Tavolara-Capo Coda Cavallo. Una noche en Italia 2018 tendrá una dimensión itinerante: comenzará el martes 17 de julio en el oasis natural de la laguna de San Teodoro, trasladará el escenario el jueves 19 a Porto San Paolo, y a partir del viernes 20 las proyecciones se realizarán en el espléndido escenario de la isla de Tavolara.

Escenografías de una isla de película

Desde playas desiertas hasta promontorios con vistas al mar, desde el Supramonte salvaje hasta los pueblos mineros abandonados de Sulcis desde bosques centenarios hasta pueblos que han permanecido inmóviles en el tiempo: Cerdeña siempre ha inspirado a autores y directores en busca de paisajes. Entre sus últimos éxitos figuran varias series de televisión, un género muy en boga hoy en día: ‘La isla de Pedro', interpretada por Gianni Morandi y ambientada en la isla de San Pedro y en su pueblo, Carloforte y "Catch-22", protagonizada por George Clooney, cuyo lugar principal se sitúa en los alrededores de Olbia. Los comienzos fueron en blanco y negro con películas rodadas entre las dos guerras mundiales. La primera película de éxito fue “Proibito” (1954) de Mario Monicelli, basada en “Madre” de Grazia Deledda, rodada entre Codrongianos, Ittiri y Tissi. En los mismos años, la escena del sacrificio de Isacco Parte de “La Bibbia” (1966) de John Huston tuvo como fondo el monte Corrasi de Oliena. Toda una corriente ha sido expresión de la Barbagia más dura: de “Banditi ad Orgosolo” (1958) a “Padre Padrone” (1977) de los hermanos Taviani. El tema vuelve en “Disamistade” (1988) de Gianfranco Cabiddu, ambientada entre Nuoro y Ghilarza.

Muestra de artesanía

La esencia de Cerdeña se encuentra en la trama de un tejido, en los bordados de una alfombra y en la forma de un elegante vestido tradicional. Su espíritu es ‘trenzado' por hábiles manos en una corbula de junco o asfódelos, está encajonado en un entramado de filigrana, técnica por excelencia de la orfebrería sarda. La luz de la Isla se proyecta en una cuchilla de arresoja, en el reflejo de un artículo de vidrio o en el rojo intenso de un collar de coral. Su fuego arde en la forja de un mueble de hierro batido. Su alma está dentro de una escultura de piedra, símbolo arcaico de una tierra milenaria. Conocer Cerdeña es adentrarse en su identidad más profunda y auténtica a través de las técnicas de decoración de una scivedda (recipiente de cerámica) y de tallado de la madera de una cascia (arcón nupcial) y de máscaras de Carnaval, está en el curtido de las pieles para elaborar calzado o sillas. La artesanía artística, tradicional y de diseño es el alma vital de Cerdeña, un componente cultural esencial de un pueblo que transmite con orgullo con conocimientos y competencias seculares.

En el camino, descubriendo eventos milenarios

Caminando con un paseo rítmico y meditado apreciaremos mejor una tierra única y mítica, disfrutaremos plenamente de paisajes encantadores y escorzos maravillosos, profundizaremos en el conocimiento de las personas y comunidades que la habitan y de sus auténticas tradiciones. Paseos, itinerarios espirituales y destinos de peregrinación de Cerdeña ofrecen lo que desea quien busca "turismo lento", en pleno contacto con la naturaleza, la cultura y la verdadera identidad del lugar que visita, que quiere un enriquecimiento de espíritu y sabiduría. Los itinerarios de la isla son ideales para un turista que quiere vivir una experiencia íntima y verdadera, en un contexto naturalista y cultural único y en territorios que consideran hospitalidad sagrada. Que visitar andando, en bicicleta, a caballo o con el Trenino Verde.

San Salvatore di Sinis

El far west sardo en un pueblo habitado sólo unos pocos días en septiembre, durante la Corsa degli Scalzi (Carrera de los Descalzos). San Salvatore di Sinis, aldea de Cabras, de la que está a nueve kilómetros por la carretera que conduce a la hermosa playa is Arutas y a la antigua ciudad de Tharros, es un pequeño pueblo construido en una zona sagrada desde la época nurágica y transformado durante más de dos décadas (1967-90) en un set de ‘spaghetti western’. El parecido con los paisajes de la frontera norteamericana hizo que se alquilara a productores de cine, convirtiéndose en un pueblo de Arizona o Nuevo México (saloon incluido) en películas como ‘Giarrettiera Colt’ (1968). Una vez pasado de moda, el género siguió siendo una atracción para los curiosos.

Escenografía en el siglo XX, lugar de culto durante milenios. La villa medieval, cuyo aspecto actual se remonta a la dominación española, debe su nombre a la iglesia de San Salvador, que surgió en la segunda mitad del siglo XVII, erigida sobre un santuario prehistórico excavado en la roca. Bajo la nave izquierda, desde una pequeña escalera, se accede al lugar subterráneo que presenta huellas de frecuentación que se remontan al Neolítico. Un pasillo te conducirá a través de ambientes rectangulares y circulares (uno de ellos con un pozo) hasta el salón principal con un manantial: en tiempos nurágicos se utilizaba para el culto pagano al agua. Luego, en época púnica, la zona se dedicó a Sid, el dios sanador, y en la misma línea los romanos adoraban a Asclepio. El cuadro de la romanización del pueblo fantasma se completa con Domu 'e Cubas, ruinas de unas termas de época imperial con suelo de mosaico policromado, y vestigios de un granero (siglo II a.C.). El hipogeo o zona subterránea se transformó, a partir del siglo IV, en un santuario paleocristiano en honor del Salvador: observarás, en dos salas, toscos altares con una gran pila nurágica a cada lado, reutilizada como pila de agua bendita. En las paredes de todas las salas se ven inscripciones en púnico, griego, latín e incluso una en árabe, que posiblemente se remonte a los asaltantes islámicos de la Edad Media. Podrás admirar hermosos frescos paleocristianos, así como grafitis y decoraciones relacionadas con escenas de la vida cotidiana de la época romana y cultos paganos.

La iglesia está rodeada de sas cumbessias, pequeñas viviendas sin adornos construidas a finales del siglo XVII, utilizadas para alojar a los peregrinos durante las novenas en honor de San Salvador entre agosto y septiembre. En los ‘20 años de cine‘ del pueblo, eran parte integrante de la escenografía del western. El punto culminante de las celebraciones comienza al amanecer del primer sábado de septiembre con la Corsa degli Scalzi (Carrera de los Descalzos), uno de los eventos de identidad más evocadores y sentidos de Cerdeña. En la procesión participan más de 800 curridoris con hábitos blancos, que acompañan descalzos al simulacro del santo por un largo camino de tierra desde la iglesia de santa Maria Assunta de Cabras hasta el pueblo. Y lo llevan a la iglesia parroquial al día siguiente.