Cabras
El lugar ideal para unas vacaciones de naturaleza y cultura. En los aproximadamente 30 kilómetros de costa que domina Cabras se encuentra el área marina protegida de la península del Sinis, que se extiende entre la bahía de Is Arenas y el golfo de Oristano, incluida la isla de Mal de Ventre y el islote de Catalano que esconden antiguos restos en sus profundidades. Enfrente, en la costa de Cabras, playas de finos granos de cuarzo se sumergen en el mar turquesa, obra de la larga acción del viento y el agua sobre las rocas calizas de la zona: no te pierdas las tres maravillas de Is Arutas, Maimoni y Mari Ermi. Su belleza te encantará. Junto a otras playas de fina arena blanca, como San Giovanni di Sinis. De camino a Is Arutas, podrás añadir un toque diferente a tus vacaciones, pasando por San Salvatore di Sinis. Sus casas bajas, reunidas en torno a una fuente central, llamaron la atención de los directores de cine: aquí se rodó la película del oeste ‘Giarrettiera colt’ (1968), que forma parte del ciclo ‘spaghetti western’.
Ciudad de orígenes antiguos, Cabras conserva algunos testimonios del Neolítico, como el poblado de Cuccuru is Arrius y numerosos nuraghi. Data de la Edad del Hierro (siglo VIII a.C.) y es el mayor descubrimiento arqueológico de finales del siglo XX en la cuenca mediterránea, realizado en Mont'e Prama el complejo estatuario de los Gigantes, colosos de arenisca calcárea hallados en una gran zona funeraria de la colina, expuestos en parte en el Museo arqueológico municipal de la ciudad, que lleva el nombre de la ilustre personalidad local Giovanni Marongiu. Hoy son un símbolo de identidad de Cerdeña. Para continuar el recorrido arqueológico por la zona de Cabras, otro salto atrás en el tiempo en la antigua ciudad de Tharros fundada por los fenicios en el siglo VIII a.C. sobre una aldea nurágica precedente. Aquí se resume la historia de Cerdeña: un floreciente centro comercial en la época fenicio-púnica, urbs romana, luego bizantina, primera capital de la época judicial, frecuentada hasta la Edad Media.
Otro atractivo cabraresi: los estanques piscícolas proporcionan una pesca de primera calidad, como el mújol, cuyos huevos se utilizan para producir la botarga, el "caviar sardo", con el que los mejores restaurantes enriquecen sus platos.
Sa Chida Santa: autenticidad, pasión y misterio
Ceremonias seculares de ascendencia medieval, con la intervención de la tradición española, se funden con costumbres arcaicas de origen campidanés, logudorés y barbaricino que se remontan al paganismo nurágico. Durante la Semana Santa podrá recorrer un itinerario a través de ritos sagrados que escenifican la Pasión de Cristo: de la costa a los pueblos del interior podrá descubrir la Cerdeña auténtica. La Setmana Santa de El Alguer nos cuenta sus orígenes catalanes. Comienza el viernes anterior al Domingo de Palmas, con la procesión de la Dolorosa, y concluye en Pascua con el Encontre. Escenográfico el Disclavament (deposición): el cuerpo de Cristo es acompañado en procesión sobre el lecho de muerte. Al oscurecer, la ciudad se transforma con antorchas y farolas cubiertas de velos rojos.
La primavera en los pueblos
La explosión de colores primaverales de la Isla rima con una de sus "postales" más características: las coloridas casas de Bosa. Paseando por el Temo las admirarás reflejadas en las aguas del río y subiendo la colina dominada por el castillo de los Malaspina, mientras cruzando el Ponte Vecchio llegarás a la orilla sur para descubrir las antiguas curtidurías. Le acogerá una copa de malvasia y quedará extasiado por las joyas de coral, cestos de asfódelo y tejidos valiosos. Bosa es un concentrado de historia y artesanado, arqueología industrial y exquisiteces. Debe visitar las iglesias: la catedral de la Immacolata Concezione, Nostra Signora de sos Regnos Altos dentro del castillo y san Pietro extra muros, centro de Bosa vetus. También las bellezas naturales: parque de capo Marrargiu, reserva de los Badde Aggiosu y, en la costa Bosa Marina, s’Abba Druche y Compoltitu.
Cabalgata sarda, la fiesta de la belleza
Los cantantes a tenore alternan sus melodías con el trote de los caballos. Jinetes y amazonas rinden homenaje a los espectadores y a las autoridades ofreciéndoles panes, dulces y otras exquisiteces. Los caballos al trote participan en audaces carreras en las que se desafían los jinetes de Sedilo y los sartiglieri de Oristano. Los Mamuthones de Mamoiada y los Boes y Merdules de Ottana, con sus máscaras fascinantes y misteriosas a la vez, capturan las miradas del público que los inmortaliza con sus cámaras. Las launeddas del Sarrabus también participan en las fiestas y cierran la velada. Son los sonidos y los colores, la música y los bailes, las joyas y los trajes de la Cabalgata sarda de Sassari, donde cada año, el penúltimo domingo de mayo, se dan cita todas las comunidades isleñas con sus costumbres y tradiciones. Un espectáculo inolvidable por riqueza y majestuosidad, una gran fiesta de primavera, el mayor acontecimiento laico de Cerdeña.
Nostra Signora del Regno
Aparece con oscura majestuosidad a la entrada de Ardara, un pueblo de Logudoro trepado en las laderas de Montesanto. La basílica de Nuestra Señora del Reino se alza junto a las ruinas de un palacio real, contemporáneo y en un tiempo sede de los jueces de Torres, que juraban en el altar de la iglesia y eran enterrados en ella. Desde lo alto de una loma, domina la llanura: una posición aislada y dominante que aumenta el encanto de un edificio construido con bloques muy negros de traquita "ferrigna". Originalmente era sólo una capilla, pero en la segunda mitad del siglo XI el juez Comita (o tal vez su hermana) se encargó de ampliarla. Los trabajos fueron terminados por obreros pisanos en 1107, como muestra el epígrafe de consagración del altar. Se trata de un monumento extraordinario, entre los más importantes de la arquitectura románica de Cerdeña, caracterizado por su esencialidad e imponencia. Te sorprenderá el contraste entre el negro de la piedra basáltica y el dorado del retablo del altar, del siglo XVI.
En la fachada, dividida en cinco espejos por pilastras, se abre un portal arqueado. Adosado al lado norte está el campanario. De las tres naves, marcadas por pilares, las dos laterales están giradas en cruz, la central tiene techo de madera. En el ábside se encuentra el Retablo mayor: es la historia de la Salvación, contada a través de imágenes de profetas, patriarcas, santos y la Santísima Virgen. La predela de la obra lleva el autor y la fecha (1515). En su interior, también podrás admirar un ciclo de frescos del siglo XVII que representan a los doce apóstoles y a los cuatro padres de la Iglesia, y el retablo Menor, un púlpito de madera que narra la Pasión de Cristo. Otra obra valiosa, de principios del siglo XII, es el estandarte procesional: en una cara está pintada la Virgen con el Niño, en la otra el velo de la Verónica con el rostro de Cristo. Es el centro de atención durante la fiesta patronal de Ardara, que atrae a multitud de devotos. Las celebraciones culminan con la procesión del 9 de mayo, acompañada por el coro de sos gosos, alabanzas en honor de la Virgen María. Luego, siguen cantos, bailes y actuaciones folclóricas.
Hablando de lugares de culto de extraordinario impacto, en las cercanías también se puede visitar Nostra Signora di Castro (siglo XII) y la basílica de Sant'Antioco di Bisarcio, una de las principales iglesias románicas de Cerdeña. En los alrededores, no te pierdas el castillo de monte Acuto, gruta de san Michele, de la que surgió la ‘cultura de Ozieri’ (3200-2800 a.C.), nuraghe Burghidu y el puente romano sobre el río Mannu.
Fe y audacia: es el momento de Ardia
Iluminado por una aparación nocturna, el jóven emperador Constantino dio órdenes para que sobre el escudo de sus soldados fuese puesta una cruz con la escrita In hoc signo vinces (con esta insignia vencrerás). A pesar de ser inferior en número, su ejército ganó la batalla del Puente Milvio el 28 de octubre de 312 contra los "paganos" de Majencio, autoproclamándose, con el apoyo del Senado, "augusto" de Italia y África. Al año siguiente Costantino promulgó en Milán el edicto que habría garantizado el final de las persecuciones sufridas por los cristianos. En Sedilo, pequeño pueblo en el centro de la isla, al emperador romano se lo llama el santu Antine y es en absoluto el santo más venerado, un culto de origen bizantina que revive cada año, el 6 y 7 de julio, en un acontecimiento evocador y misterioso: s'Ardia.
El alma jazz&blues de Cerdeña
Calas de granito modeladas por el tiempo, salones excavados entre paredes de caliza blanca o pórfido rojo, plazas en pueblos pintorescos, yacimientos arqueológicos e incluso cuevas marinas. De junio a octubre, las vistas y paisajes naturales se convierten en escenarios y cobran vida en las partituras de famosos artistas internacionales. Personajes y sonidos armonizan con el entorno y entran en simbiosis con el estilo de vida isleño. Desde hace casi cuatro décadas, Cerdeña se ha convertido cada vez más en tierra de jazz, gracias sobre todo a un artista que ha aportado una nueva alma musical a su tierra natal. Paolo Fresu nació en la pequeña Berchidda, y con él nació y creció Time in jazz, que ya va por su 38ª edición. Entre las citas ineludibles, el sábado 9 de agosto en L'Agnata, el «refugio» sardo de Fabrizio de Andrè, un homenaje al inolvidable cantautor genovés, protagonizado por Paola Turci.
Cerdeña de cine y salas naturales bajo cielos estrellados
Se celebran cuatro festivales en las islas menores de Cerdeña, islas en la Isla. Tavolara, montaña caliza que mira al mar, a mediados de julio, se convierte en una inmensa sala de bóveda estrellada de una Noche en Italia. La sugerente cita, creada en 1991, ahora un ‘clásico’ en el panorama nacional, se centra en la dirección y la creatividad del cine italiano. El encuentro y el conocimiento entre público, artistas y personal tiene lugar a bordo de las barcas que llegan a la isla zarpando de Porto San Paolo, cerca de San Teodoro y un poco al sur de Olbia, es decir, los tres Ayuntamiento organizan la 28.ª edición. En más de un cuarto de siglo, lo mejor del cine italiano ha caminado por la única alfombra roja bañada directamente por el mar, en la preciosa área protegida de Tavolara-Capo Coda Cavallo. Una noche en Italia 2018 tendrá una dimensión itinerante: comenzará el martes 17 de julio en el oasis natural de la laguna de San Teodoro, trasladará el escenario el jueves 19 a Porto San Paolo, y a partir del viernes 20 las proyecciones se realizarán en el espléndido escenario de la isla de Tavolara.
Escenografías de una isla de película
Desde playas desiertas hasta promontorios con vistas al mar, desde el Supramonte salvaje hasta los pueblos mineros abandonados de Sulcis desde bosques centenarios hasta pueblos que han permanecido inmóviles en el tiempo: Cerdeña siempre ha inspirado a autores y directores en busca de paisajes. Entre sus últimos éxitos figuran varias series de televisión, un género muy en boga hoy en día: ‘La isla de Pedro', interpretada por Gianni Morandi y ambientada en la isla de San Pedro y en su pueblo, Carloforte y "Catch-22", protagonizada por George Clooney, cuyo lugar principal se sitúa en los alrededores de Olbia. Los comienzos fueron en blanco y negro con películas rodadas entre las dos guerras mundiales. La primera película de éxito fue “Proibito” (1954) de Mario Monicelli, basada en “Madre” de Grazia Deledda, rodada entre Codrongianos, Ittiri y Tissi. En los mismos años, la escena del sacrificio de Isacco Parte de “La Bibbia” (1966) de John Huston tuvo como fondo el monte Corrasi de Oliena. Toda una corriente ha sido expresión de la Barbagia más dura: de “Banditi ad Orgosolo” (1958) a “Padre Padrone” (1977) de los hermanos Taviani. El tema vuelve en “Disamistade” (1988) de Gianfranco Cabiddu, ambientada entre Nuoro y Ghilarza.
El Descenso de los Candeleros: solemnidad y espectáculo
Atmósfera empapada de pasión y devoción. Escenario austero, al mismo tiempo cautivador, coloreado y embriagador. En Sassari es el evento por excelencia, es la Festha Manna. Es tiempo de valores auténticos y de identidad, de expresiones de la comunidad y de la tradición. Es el momento de la Faradda di li Candareri, El Descenso de los Candeleros, una procesión danzante de grandes columnas de madera, cirios votivos y simbólicos, que avanza por las calles históricas de la ciudad, desde plaza Castello, a lo largo de la avenida Vittorio Emanuele, hasta la iglesia de Santa Maria di Betlem. Desde el 2013 se ha introducido en el patrimonio oral e inmaterial de la humanidad de la Unesco. En mitad del verano, podrás unir a tu descanso en las espléndidas playas noroccidentales de la isla, un momento cultural ‘alternativo’, al descubrimiento del encanto de las tradiciones sardas.