Según algunos estudiosos, fue fundada alrededor del 1120 por monjes benedictinos, para otros su nacimiento se remonta a la época aragonesa. Lo cierto es que tenemos noticias de la hermosa y pequeña iglesia de San Mauro del 1574: Su historia se expresa en cada una de las piedras que la componen -incluidas las de los muristenes y los monumentos nurágicos que la rodean- como un rompecabezas que da vida a una mezcla de épocas históricas, bien integradas entre sí, dentro del esquema de diseño planimétrico de origen catalán. El santuario se alza en las empinadas laderas del monte Lisai (una colina de casi 500 metros de altura), en un escenario pintoresco, a cinco kilómetros de Sorgono, el centro más importante del Mandrolisai, en el corazón de la Isla. San Mauro es el punto de convergencia de las fronteras sorgonesas con los territorios de Ortueri y Atzara.