Al anochecer, algunas luces artificiales emergen en espacios inmensos, plácidos y silenciosos, más allá de las orillas. Indican algunas ciudades pequeñas y, sobre todo, los numerosos pueblos que destilan encanto auténtico, tradiciones antiguas y culturas originales. No esperes sobresaltos de wow, como frente a la belleza incomparable del mar de Cerdeña, estos son lugares con un encanto discreto y reservado que no se deja captar a primera vista por un visitante de paso. Hay que detenerse y comprobar por uno mismo cómo "la vida de antaño" ha encontrado entre sus callejuelas y las personas que las habitan firmes raíces para seguir siendo como era. Está impreso en las piedras de las casas, en los gestos cotidianos, en los rostros de pura humanidad de la gente que se encuentra en los pueblos del interior de la Isla que forman parte del 'club de los pueblos más bonitos de Italia".