Encantador paisaje congelado en el tiempo, herencia nurágica e intensa devoción. Estas son las características de Gesturi, el pueblo más septentrional de Marmilla, con más de mil habitantes. Su territorio ocupa en parte la Giara (sa Jara Manna), una meseta de 600 metros de altura, antaño un imponente volcán, hoy un oasis virgen sin igual en el Mediterráneo. Vegetación y animales viven en simbiosis: un ‘museo natural’ con un denso manto de especies botánicas, flores y plantas raras adaptadas al clima y al terreno. Rociándolos, is paulis, enormes charcos de agua de hasta cuatro metros de profundidad. A su alrededor se extienden valles dominados por matorrales mediterráneos y laderas plantadas de olivares y viñedos, de los que se producen aceite de oliva y vino de excelente calidad. Mientras que a lo largo de las escarpadas crestas de la meseta aparecen bosques de robles y álamos, que dan paso a extensiones de alcornoques por encima de la meseta, casi todos ‘torcidos‘, inclinados por la fuerza del viento.