La playa, constantemente acariciada por el viento perfumado de la abundante vegetación imponente que la rodea, es una inmensa extensión de arena dorada y suave. El agua de espejo tiene todos los matices de verde y azul, es limpia y poco a poco se va haciendo más profunda. Hacia el este, en la base de Capo Boi, una pequeña duna suaviza el paisaje.