La isla de Santa Maria es la única habitada de forma permanente del archipiélago, además de las principales de La Magdalena y Caprera. Se encuentra entre Razzoli y Budelli, de las que está separada por estrechos y brazos de mar poco profundos. Por ejemplo, el Passo degli Asinelli divide la isla de la primera y tiene una profundidad de 50 cm.

Los restos del antiguo monasterio construido por los monjes benedictinos, antes de establecerse permanentemente en el archipiélago en el siglo XII, formn pate de la residencia del pastor que vive y trabaja en esta isla. El nombre de la isla deriva de la Virgen que dio nombre a la iglesia adjunta al monasterio.

No muy lejos de aquí, en la costa sur de Santa Maria, se abre la playa más famosa y bonita de la isla, la Cala Santa Maria, con más de 200 metros de arena blanca muy fina y aguas cristalinas. Detrás de la playa se encuentra el Padule, un pequeño pantano de agua salobre donde anidan muchas especies de aves. Desde el faro de Punta Filetto, accesible por un sendero que parte desde la Cala Santa Maria, se puede disfrutar de una precioa vista del archipiélago y el Estrecho de Bonifacio.