Un túnel de aprox. 600 metros excavado en la roca por los mineros, desemboca en un acantilado que ofrece una vista espectacular del sugestivo farallón de Pan de Azúcar, monumento natural de 132 metros modelado por el tiempo. La mina de Puerto Flavia, dentro del promontorio que domina Masua, en el territorio de Iglesias, realizada entre 1922 y 1924, es una obra audaz suspendida entre el cielo y el mar, que permitía embarcar directamente los minerales, destinados a las fundiciones del norte de Europa, reduciendo drásticamente los tiempos y costos de transporte.

Dos túneles superpuestos desembocan a pico en el mar, con intervalos de gigantescos silos capaces de contener hasta 10 mil toneladas de material. En la galería superior se cargaban los silos, desde la inferior, con cinta transportadora, se embarcaban el plomo y el zinc sobre barcos de vapor mediante un brazo móvil.