Según la tradición contada por el historiador del siglo XVI Giovanni Francesco Fara, Orzocco I de Lacon-Zori trasladó de Tharros a Oristano la capital del juzgado (distrito sardo) de Arborea en 1070. Desde 1131, se documenta la "ecclesia sanctae Mariae de Orestano", antigua catedral. La estructura románica data entre finalees del siglo XI y principios del XII. Es probable que tuviera planta de tres naves, con ábside al sureste y septos divisorios constituidos por ocho columnas cada uno, ya que son dieciséis los fustes de mármol gris que se conservan. En la primera treintena del siglo XIII, cuando era soberano Mariano II de Lacon-Gunale, la iglesia fue parcialmente reconstruida. El arzobispo Torgotorio de Muru encargó el techo y las puertas de madera al maestro Placentinus, que en 1228 firmó las aldabas de bronce. Hacia la mitad del siglo XIV, al aula de tres naves se añadió un transepto, con cuatro capillas que flanqueaban, dos a cada lado, el presbiterio cuadrangular. En la capilla llamada del Remedio o del Santísimo, se encuentra la inscripción funeraria de Filippo Mameli, fechada en 1348, que marca el terminus ante quem de la reestructuración según las formas gótico-italianas. Las preocupantes condiciones de la iglesia llevaron a su reestructuraciónen el siglo XVIII. A raíz de una resolución del Capítulo de Arborea, convocado por el obispo Antonio Nin el 4 de mayo de 1729, se comenzó a trabajar en la demolición de las viejas estructuras románicas y góticas.